Hace ya algunos años que observo un extraño comportamiento en las palabras de apoyo que brindan las personas cercanas a quienes están en momentánea pena.
Cual es el motivo de intentar encontrar el bache en las vivencias ajenas? Evitar errores ya cometidos en nuestra vida y enunciarlos para que la otra parte cometa "aciertos" prestados? Despejar posibilidades negativas para preparar al receptor para la peor respuesta de la próxima experiencia? O simplemente alimentar nuestro morbo comparando los penares propios por sobre las nimiedades del otro?
Invito a quien comparta a saciar su sed de crecimiento, apostando a los algodones blancos de la fe inocente y el amor desinteresado.
... muy bonito, pero yo lo hubiera escrito mejor ... digo ... no está un poco informal? ...
( bienvenida esquizofrenia amiga)
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